Que es una bota de vino?
La historia del vino está íntimamente ligada a las “botas”. Obviamente, al referirnos a estas no hablamos precisamente de calzado. No obstante, para los no conocedores de este objeto hemos diseñado este post. Estamos seguros de que os resultará de gran interés.
Al referirnos a “botas”, hablamos de recipientes de piel diseñados para almacenar y transportar el vino y poder consumirlo en óptimas condiciones. Desde tiempos inmemoriales, está documentado el uso de este curioso recipiente (incluso en la Biblia aparece). Ha sido utilizado como complemento en diferentes oficios y formas de vida.
La labor del pastoreo es la que se sitúa como precursora de las botas de vino. No en vano, el material en que se elaboran las mejores es de piel de cabra. La forma en que se elaboran es puramente artesanal y cuenta con una técnica que se ha pasado de padre a hijos.
Desde la extracción de la piel del animal, pasando por el curtido y el tratamiento de resina de pino o enebro (pez) la forma de hacer una bota es exclusivamente manual. Este objeto llega incluso a ser un legado familiar, convirtiéndose en un objeto con gran valor sentimental.
En los últimos años, se están utilizando nuevos materiales para la impermeabilización. Entre los más utilizados está el látex. No obstante, no se dejan de utilizar la piel para el exterior ni el brocal de baquelita (resina prensada) para la boquilla. Sin duda, una mezcla de ideas que se unen en un objeto único, la bota de vino.
En definitiva, un gran ejemplo de cómo un diseño simple y sencillo consigue ser extremadamente útil y valorado. Por tanto, si quieres conservar el vino a una buena temperatura y que conserve todas sus propiedades, hazte con una “bota”. Podrás consumir el néctar de la tierra cuando quieras y disfrutarlo 100%.
Fotografía tomada por Calvin Smith